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Ochocientas personas vivieron en el Este el cierre de ciclo 2016 de Huerta Orgánica en Escuela Saludable


Escuelas primarias, secundarias y CENS  se reunieron en la mañana de hoy en el polideportivo de San Martín para exhibir el trabajo de un año intenso de labor en “Huerta Orgánica en una Escuela Saludable”, programa que promueve Irrigación junto a INTA ProHuerta y la Dirección General de Escuelas.

En stands desplegados por todo el polideportivo, escuelas de San Martín, Rivadavia, Junín y Santa Rosa presentaron sus proyectos. Muchas de esas huertas son las que solventan los comedores escolares de las escuelas con jornada extendida.

Entre algunos de los trabajos para destacar, está el que exhibió la escuela Leandro Della Santa, de Las Catitas, Santa Rosa. El grupo recibió mención especial en el certamen Provincial de Ciencias Naturales por “El secreto de la lenteja”, un proyecto ideado por los chicos y docentes que acompañaron la muestra. Con la leche de la lenteja, rica en hormona de crecimiento, lograron que vegetales de la huerta que cuidan los alumnos de sexto grado de la institución, crezcan más fuertes y sanos. Una original propuesta que demuestra la vocación de los docentes por transmitir conocimientos e impulsar la motivación en los niños quienes hacen en el trabajo una gran tarea.

Así, a lo largo de la jornada se pudo apreciar distintos trabajos y algunos productos obtenidos a partir de la producción y del fruto de las huertas, que entusiasmados compartieron niños y grandes.

Un ejemplo de esto fueron los pancitos de zapallo que ofrecieron los alumnos de quinto año de la escuela Galileo Vitali, de La Paz o las bolsitas con variedad de semillas para iniciar la huerta que obsequiaron los chicos de sexto grado del Instituto San Vicente de Paul.

“Lo bueno de trabajar en estas iniciativas es que los chicos trasladan las experiencias a sus hogares y en muchos de ellos se montan huertas familiares. En huertas no sólo aprendemos a amar y trabajar la tierra sino que además aprendemos y trabajamos valores como la solidaridad, el respeto y el trabajar en equipo para lograr las metas”, aseguró una de las docentes de la escuela Miguel Escorihuela Gascón, de Rivadavia.

Sobre el programa

A lo largo del año los docentes tienen la oportunidad de comprobar que la huerta escolar se transforma en un aula a cielo abierto, en la cual los alumnos aprenden a generar recursos propios fomentando la cultura del esfuerzo y el trabajo. Es habitual que los chicos transfieran la experiencia adquirida a sus hogares, lo cual tiene como resultado la huerta familiar.

Esta experiencia es particularmente significativa si se tiene en cuenta el contexto e historia del pueblo mendocino que generación tras generación ha sabido ganarle terreno al desierto logrando nuestros preciados oasis productivos.

Gracias a “Huerta Orgánica en una Escuela Saludable”, los chicos y docentes mendocinos viven una experiencia única en la que comprenden que sembrando esfuerzo diario, trabajo en equipo, solidaridad, amor y respeto a la propia tierra, se cosecha un futuro mejor para todos.