Estado de las rutas y del tiempo en Mendoza

Alimentación saludable e hidratación durante el verano


Consumir frutas, verduras, hidratarse continuamente y mantener la cadena de frío de los alimentos contribuye a prevenir enfermedades durante esta época.

Durante el verano, con las altas temperaturas, aumentan las probabilidades de padecer deshidratación y algunas enfermedades. Especialmente los bebés, niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas son más propensos a sufrir cuadros como intoxicaciones, diarreas y el síndrome urémico hemolítico.

El Ministerio de Salud, Desarrollo y Deporte aconseja realizar una alimentación balanceada y equilibrada durante todo el año, pero tener algunos cuidados especialmente durante el verano.

Se debe tener en cuenta que, debido al calor, tenemos mayores posibilidades de deshidratarnos. Por ello es recomendable beber una mayor cantidad de líquido y priorizar el consumo de alimentos frescos, en particular verduras y frutas, ya que son ricas en agua, vitaminas y minerales y sirven para rehidratarse. Sobre todo aprovechar los frutos de estación.

También es muy importante poner especial cuidado en el manejo y consumo de los alimentos, respetar la cadena de frío y evitar la exposición de los productos al calor. De esta manera, los alimentos no se deterioran y se  previenen enfermedades e intoxicaciones.

Además, se aconseja durante los días de calor no sobrecargar el trabajo digestivo con platos calientes, pesados e hipercalóricos típicos de la época invernal. Es recomendable evitar las grasas, y en lo posible elegir quesos y cortes magros de carne. Por otro lado, se aconseja que todos aquellos alimentos enlatados sean ingeridos eventualmente.

Sin embargo, los alimentos básicos como los cereales, lácteos, carnes y aceites no deben eliminarse de la dieta. Cada uno de ellos aporta un componente primordial para una buena nutrición, ya sea calcio, hierro o proteínas, y no se debe descuidar ningún aspecto.

Hidratación

Respecto de los líquidos, es recomendable tomar no menos de 2 litros a lo largo del día en sus variantes de agua con o sin gas, jugos y licuados naturales de frutas o verduras. Hay que tener en cuenta que la sed se presenta cuando ya existe cierto grado de deshidratación, por lo cual es
indispensable anticiparse a la sensación de sed.

Ante las altas temperaturas, conviene reducir el consumo de bebidas alcohólicas y cafeína e infusiones y comidas muy calientes, debido a que suelen poseer alto contenido en sodio.

¿Qué es la deshidratación?

Es la pérdida excesiva de líquidos del cuerpo que no son repuestos. Puede ser muy peligrosa si no es tratada a tiempo, ya que los órganos no pueden funcionar correctamente.

La deshidratación grave es considerada una emergencia grave, incluso mortal.

¿Cuáles son las causas?

Enfermedades diarreicas como la gastroenteritis puede ser una de las causas.

No tomar suficientes líquidos durante la época de verano o con altas temperaturas.

Sudoración excesiva por actividad física o fiebre alta.

Los bebés, niños pequeños, personas mayores y personas con enfermedades crónicas como la diabetes no tratada, enfermedades renales o alcoholismo corren mayor riesgo de deshidratación.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas de la deshidratación leve o moderada son:

  • Sed.
  • Boca seca o pegajosa.
  • Orina amarilla oscura.
  • No orinar mucho.
  • Dolor de cabeza.
  • Piel seca y fría.
  • Calambres musculares.

Los signos de la deshidratación grave son:

  • No orinar u orina amarilla muy oscura o de color ámbar.
  • Piel seca y arrugada.
  • Irritabilidad o confusión.
  • Mareos o desvanecimiento.
  • Latidos cardíacos rápidos.
  • Respiración rápida.
  • Ojos hundidos.
  • Apatía.
  • Hipotensión arterial.
  • Alteración del estado de consciencia.

Ante estos síntomas es importante concurrir rápidamente al centro de salud más cercano para tratar al paciente.

Si un bebé o niño menor de 5 años:

  • Tiene más sed que de costumbre, llora sin lágrimas, tiene la boca seca u orina menos de lo habitual.
  • Tiene los ojos hundidos.
  • Tiene vómitos o hace caca muy seguido.
  • Está irritable, decaído, no quiere beber o tiene fiebre.
  • La materia fecal tiene moco o sangre.

Se debe acudir rápidamente al médico.

¿Cuál es el tratamiento?

En todos los casos, el tratamiento consistirá en reponer el líquido y los electrolitos perdidos.

En los casos de deshidratación de leve a moderada consiste en tomar agua (en pequeñas cantidades si no puede retener líquidos) o consumir sales de rehidratación (si así lo aconseja el médico).

Deben evitarse el café, gaseosas y alcohol.

Los lactantes deben seguir consumiendo leche materna.

Si la deshidratación es grave o el enfermo no puede retener el líquido, en el centro de salud le administrarán líquidos por vía intravenosa de ser necesario.

¿Cómo prevenirla?

La mejor prevención es beber al menos dos litros de agua por día. En épocas de calor, mantenerse bien hidratado y controlar que los más pequeños tomen suficiente agua y coman frutas. En el caso de los bebés, amantarlos con regularidad.

Cuidar que las personas que estén con diarrea o vómitos consuman líquidos.

Al hacer ejercicio también es imprescindible consumir líquidos y evitar la actividad física durante una ola de calor.

GALERIA