COVID-19: Cómo se adaptó el servicio público de transporte
Para disminuir la posibilidad de contagio, se instalaron dispositivos en todas las unidades para aislar a los choferes; diariamente se realizaron desinfecciones con amonio cuaternario tanto en colectivos como en taxis y se lanzó una aplicación móvil para conocer el horario exacto de la llegada de colectivos, troles o metrotranvía.
A partir del aislamiento social y preventivo que comenzó a regir el 20 de marzo, la Secretaría de Servicios Públicos dispuso una serie de medidas para mitigar el riesgo de contagio en el transporte público de pasajeros dado que, durante este período especial, tanto los trabajadores de la salud, como los de otros rubros calificados como esenciales, continuaron utilizándolo para llegar a sus lugares de trabajo.
En primer lugar, se dispuso que todas las unidades de colectivos, troles y metrotranvía trasladarían solo la cantidad de pasajeros equivalente al número de asientos: nadie podría viajar parado. También se lanzó la aplicación MendoTran Cuándo Subo, que ofreció al usuario conocer el horario exacto en que va a llegar el transporte para que pueda programar su viaje y evitar así aglomeraciones en las paradas de colectivos.
En paralelo, la Dirección de Transporte y el Ministerio de Salud otorgaron el pase gratuito de transporte para todos los trabajadores de la Salud pública y privada.
Seguidamente se realizaron tareas de desinfección e higiene en cada una de las unidades afectadas a los servicios urbano y de media y larga distancia. La Dirección de Transporte, en conjunto con el Ente de la Movilidad Provincial y el Iscamen (Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza) llevaron adelante estos trabajos en varios puntos de la provincia: Gran Mendoza, zonas Este y Sur. Hay que destacar que se modificó la lógica con la que se venía trabajando, ya que la limpieza de las unidades comenzó a realizarse diariamente en cada frecuencia de cada servicio y utilizando un producto químico de gran penetración, amonio cuaternario, que tiene amplio espectro y su efecto se mantiene 72 horas.
Entendiendo también que los conductores son parte fundamental para la prestación del servicio, se decidió que las empresas prestadoras del servicio público de transporte colocaran una aislación física en cada unidad que permitiera resguardar al chofer. Esta medida también se aplicó en los vehículos de los servicios de taxis, remises y a los afectados a las plataformas electrónicas.
Medidas similares se han implementado en diferentes ciudades del mundo. Por ejemplo, en Santiago, Madrid y Barcelona, el transporte funciona con horario reducido y, en Shenzen, una importante ciudad al norte de Hong Kong, además de reducir las frecuencias, se impuso la regla de ocupación máxima del 50% de la capacidad en unidades.
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