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Día Internacional de las Cardiopatías Congénitas


Ocho de cada mil bebés nacen con una cardiopatía congénita (CC). Se calcula que el 20 % de los casos requerirá cirugía durante el primer mes de vida. En la provincia se registraron 90 casos en el 2018 y necesitó cirugía el 9,5%, antes de cumplir el primer año de vida.

La cardiopatía congénita es la malformación más frecuente en recién nacidos, la segunda causa de muerte en el período neonatal y responsable de más del 10% de la mortalidad infantil.

Ocho de cada mil recién nacidos presenta alguna cardiopatía congénita. En la Argentina nacen al año unos 7 mil niños y niñas con esta patología. Alrededor del 50 por ciento de estos niños requieren cirugía en el primer año de vida y dos terceras partes son solucionables con diagnóstico oportuno y tratamiento.

Mendoza no escapa a la media nacional. En 2018 se registraron 90 nacimientos con esta patología. El 9,5% de estos casos necesitó de una cirugía antes de llegar al año de vida.

El progreso tecnológico en el área de imágenes ha contribuido al diagnóstico fetal y actualmente es posible detectar la mayoría de las cardiopatías congénitas a partir de las 20 semanas de gestación. El primer paso para detectar una cardiopatía, entonces, lo dará el obstetra en los controles periódicos durante el embarazo.

La detección temprana consiste, sobre todo, en madres con cardiopatías congénitas, con hijos anteriores con defectos cardíacos congénitos, madres diabéticas. Sin embargo, es importante destacar que madres sin antecedentes ni factores de riesgo también pueden tener un hijo con una malformación congénita: el 1% de los bebés nacidos en el país tienen una cardiopatía.

El Lagomaggiore amplía servicios de cardiopatías congénitas fetales

En 2019, el Hospital Lagomaggiore amplió los servicios de la sección Ecocardiografía del Consultorio Externo para ofrecer a las futuras mamás no comprendidas en grupo de riesgo a realizarse ecocardiografías. Esto permite optimizar los recursos del sistema sanitario y realizar un diagnóstico precoz en la detección de la presencia de alteraciones estructurales del corazón producidas por defectos en la formación del mismo durante el período embrionario.

Conocer que un feto es portador de una cardiopatía congénita permite al equipo perinatal (obstetra, neonatólogo, cardiólogo infantil, cardiocirujano y genetista) determinar cuándo y dónde debe nacer ese bebé.