El Teatro Independencia festeja sus 92 años
En su 92° aniversario, la sala mayor de la provincia presenta una programación que incluye tango, un tributo a Pink Floyd y la obra Matar a Lencinas.
El próximo fin de semana, el Teatro Independencia se llenará de arte para festejar un nuevo año. La grilla incluirá propuestas para todos los gustos.
El sábado 18, desde las 21.30, se ofrecerá una gran velada que forma parte del Festival Tango por los Caminos del Vino. Subirán a las tablas del Independencia Cangemi Grupo, con Patricia Cangemi, Joaquín Guevara, Lucas Morales, Exequiel Sandoval y Guillermo Troncoso, con un Homenaje a Gardel. Además, Victoria Di Raimondo y Cuarteto La Púa presentarán su nuevo trabajo discográfico: Mariposa muerta. Los músicos que acompañarán a la reconocida vocalista mendocina son Pablo Germán Sensottera, Cristian Emilio Huillier, Leandro Angeli y Juan Pablo Otero. Se pueden obtener dos entradas canjeando una caja de 800 gramos de leche en polvo, desde el martes 14, en la Secretaría de Cultura, avenida España y Gutiérrez, de Ciudad.
El domingo 19, desde las 21, será el turno del espectáculo Eclipse 20 años. Tributo a Pink Floyd. La banda mendocina pondrá en escena este concierto en el que interpretará temas clásicos de los álbumes más significativos de la banda británica. Todo esto contando con el apoyo de pistas, sonidos y loops originales de Pink Floyd y de otros elementos icónicos de sus conciertos, como la pantalla circular, la proyección de videos con imágenes surreales y el uso de robótica en sistemas de iluminación.
Para finalizar un gran festejo, el lunes 20, a partir de las 20 y con una entrada general de $200, subirá a escena la obra de teatro Matar a Lencinas, de Tristán Casnatti y Mariano Martínez, con Jorge Fornés, Martin Neglia, Jorge Sosa, Miguel Wankiewicz, Marián Carral, Jorge Pérez y Mariano Martínez. En la dirección, Pedro Marabini y Claudio Martínez.
Matar a Lencinas es un policial teatral que narra las investigaciones alrededor del magnicidio de Carlos Washington Lencinas. Tiene un desenlace contrario a la historia oficial, que compromete a los grandes poderes instituidos en aquellos tiempos y la gran crisis política nacional que se desató. Desfilan por la obra, además del protagonista, personajes locales y nacionales como José Néstor Lencinas, Yrigoyen y Emilio Civit, entre otros.
Una sala con historia
El Teatro Independencia es la principal sala de la provincia de Mendoza. Surgió de un proyecto del gobierno provincial de 1922, para desarrollar un corredor turístico sobre la Plaza Independencia. En 1922, el gobernador Carlos Washington Lencinas inauguró el Plaza Hotel y firmó un contrato para la construcción del primer teatro dedicado a la ópera en la provincia de Mendoza, con Faustino y Mauricio da Rosa, que en esa época administraban el Teatro Colón de Buenos Aires.
Supervisado por el Ministerio de Obras Públicas de la Nación, el proyecto ya tenía los planos aprobados desde octubre de 1923, diseñados por el arquitecto Alfredo Israel. La ejecución de la obra demandó dos años y estuvo a cargo de la empresa constructora de los ingenieros Perrone y Ayerza. Su diseño seguía el estilo académico francés y su fachada incluía un frontis neoclásico, con columnas corintias, un friso de estilo rococó, el Escudo de Mendoza en bajorrelieve y una balaustrada coronando el conjunto.
El diseño del interior se basó en los teatros de ópera italianos y en el vestíbulo destaca la escalera de mármol gris que da acceso a la sala. El teatro es la sede de la Orquesta Filarmónica de la Provincia de Mendoza.
Tras una preinauguración con un festival organizado por la Brigada Femenina de la Liga Patriótica Argentina, el Teatro Independencia fue inaugurado el 18 de noviembre de 1925, con la première de La emigrada, una ópera del libretista argentino Vicente Martínez Cuitiño, representada por la Compañía Argentina de Dramas y Comedias y protagonizada por Camila Quiroga.
En 1944, el teatro fue adaptado para la proyección de producciones cinematográficas y la primera obra proyectada fue Casablanca. El edificio sufrió un incendio generalizado en 1963, pero fue restaurado aceleradamente y, en 1965, fue reinaugurado con una presentación de la compañía estable de Ballet del Teatro Colón. Deteriorado por el paso del tiempo, debió ser nuevamente restaurado a partir de 2000. El 21 de setiembre de 2003 fue reinaugurado con una presentación de la soprano mendocina Fabiana Bravo.