Enfermedades respiratorias: se registraron más de 500 mil casos

Año tras año aumentan los casos de enfermedades respiratorias agudas (IRA) en la época invernal. Y precisamente desde mediados de abril y en el último lapso medible mediante las bioestadísticas anuales 2015 a 2016 crecieron los enfermos por:

• Bronquiolitis en menores de 2 años, de 8.385 a 9.026.
• Neumonía de la comunidad (uni y multifocal), de 15.413 a 18.816.
• Enfermedad tipo Influenza (ETI o gripe), de 22.370 a 28.829.
• Infección respiratoria aguda alta, de 281.958 a 325.338.
• Infección respiratoria aguda media, de 159.357 a 177.209.

Los datos fueron suministrados por el Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud y señala también que los niños menores de cinco años y las personas mayores de 65 años son los grupos de mayor riesgo.

Como además existe un menú más extenso de patologías vinculadas al inicio de la temporada fría, que abarca también rinofaringitis, sinusitis, otitis, laringitis, laringotraquitis y consecuencias que repercuten en el ausentismo escolar (niños) y laboral (adultos), además de los costos que estas patología generan, es que cobran tanta importancia las medidas preventivas. Lo bueno es que son simples, naturales y económicas.

La gran mayoría de las enfermedades más frecuentes en esta fecha se pueden solucionar con la atención en centros de salud mediante una consulta de baja complejidad. Es decir, no hace falta ir a un hospital por un resfrío, otitis, faringitis u otros cuadros agudos, leves o moderados. En definitiva, sólo hay que ir al hospital ante una emergencia.

Cuando lavarse las manos es lo más comprometido

Prevenir las enfermedades requiere de hábitos que se enseñan y practican en la escuela y en la casa. Lavado frecuente de manos, estornudar cubriéndose con el pliegue del codo, evitar el contacto con personas afectadas por enfermedades respiratorias y mantener la lactancia materna contribuyen a disminuir la transmisión de los virus del invierno.

–Lavarse las manos con agua y jabón después de volver de la calle, antes de cocinar o comer y después de ir al baño o cambiar pañales.

–Sostener la lactancia materna, al menos hasta que el bebé cumpla los 6 meses.

–Tener las vacunas incluidas en el Calendario Nacional de Vacunación al día para reducir las complicaciones en la salud y la mortalidad por infecciones respiratorias, en especial niños, embarazadas, personas con enfermedades crónicas y adultos mayores

–Ventilar todos los ambientes a diario.

–No fumar y mantener los ambientes libres de humo. El consumo de tabaco afecta a las vías respiratorias. Asimismo, la exposición al humo de tabaco se asocia a complicaciones respiratorias, ya que contiene metales pesados y sustancias cancerígenas.

–No automedicarse. El consumo de remedios sin receta puede producir intoxicación y ocultar los síntomas de la enfermedad, lo que dificulta un diagnóstico correcto y empeora el cuadro clínico.

–Reposo en domicilio hasta que cedan los síntomas y, por lo tanto, ya no contagie.

 

Pequeños cuidados para grandes y niños

Acostar al bebé boca arriba siempre, darle la teta al menos hasta los seis meses e incrementar la lactancia materna en caso de que se enferme y tenga pérdida de apetito. No usar repelentes en menores de dos años y estar alerta a los primeros síntomas de una infección respiratoria para tratarla a tiempo y evitar que el cuadro se agrave son los puntos que se suman a las medidas comunes a todas las edades.

Entre ellas:

–Vacunas al día y control médico.

–Lavado de manos antes y después de atenderlos, y también lavarles las manos a los niños.

–Evitar el contacto de los niños con personas afectadas por enfermedades respiratorias.

 Un bebé necesita atención médica cuando:

–Respira rápido y con silbidos o ronquidos.
–Se le hunde el pecho al respirar.
–Presenta decaimiento y rechaza el alimento.
–Tiene alta temperatura corporal (+ de 38ºC).

El riesgo es mayor si tiene menos de tres meses, tiene bajo peso o es prematuro.

Abrigar sin sofocar

–Evitar el abrigo excesivo y el uso de frazadas o mantas que lo puedan sofocar.

–No darles medicamentos sin receta ni remedios caseros o tés de ningún tipo.

–Dejar siempre una ventilación en todos los ambientes, para evitar las intoxicaciones con monóxido de carbono.