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Están abiertas las inscripciones para el programa “Mayor Respiro”


Se trata de grupos de apoyo destinados a la contención de familiares cuidadores de adultos mayores con demencia. La capacitación será gratuita, iniciará en setiembre y  tendrá una duración de tres meses.

La Dirección Atención de Adultos Mayores a través de su Programa de Prevención y Asistencia pone en marcha la iniciativa “Mayor Respiro”, un espacio integrado por grupos de 15 familiares cuidadores de personas mayores con demencia.

El programa está destinado a los familiares cuidadores de las personas con demencia. La idea es compartir emociones y dificultades para entrenar técnicas de reducción y enfrentamiento de la sobrecarga del cuidador. Los participantes, además, podrán adquirir habilidades para intervenir exitosamente en el incremento de la dependencia que el adulto mayor cursa con la enfermedad.

La capacitación iniciará en setiembre y tendrá una duración de tres meses, en doce encuentros. El cursado será una vez por semana, los días jueves de 14.30 a 16.30.

Para participar,el familiar deberá informar sus datos personales y número telefónico de contacto. Luego, previo al inicio de los encuentros, será convocado a una entrevista con las coordinadoras del programa.

Los interesados en inscribirse podrán comunicarse al número 4203529 o concurrir personalmente a la Dirección Atención de Adultos Mayores, en calle Patricias Mendocinas 973 de Ciudad.

Temas

Los grupos de apoyo trabajarán sobre las siguientes temáticas: aspectos psicosociales del familiar cuidador. Reencuentro con la individualidad. Conociendo al Adulto mayor: atención de su salud. Autonomía del adulto mayor. Herramientas para su movilización y cuidado del cuerpo en el familiar cuidador. Nutrición en el adulto mayor con demencia. Contexto familiar y organización. ¿Con quién cuento? Recursos de la red familiar, social y vecinal. Redes institucionales. Introducción a las conductas de autocuidado en el cuidador. Trabajo sobre la culpa, los límites y el uso de los recursos sociales, familiares y vecinales. Refuerzo de las conductas de autocuidado en el cuidador. Actividades recreativas e intelectuales. Tiempo libre. Creación del espacio propio. Apertura hacia el mundo rompiendo con el aislamiento del cuidador. Reflexión sobre quién soy. Conclusiones.