Estado de las rutas y del tiempo en Mendoza

“La espiritualidad gira en torno de todo lo que hacemos, incluso en la proyección de una idea y la concreción de un emprendimiento turístico como Finca Las Marujitas”


Bonaerense por nacimiento y mendocina por adopción, Corina encontró en Lavalle un lugar que la conecta con su lado espiritual y un espacio donde el turista disfruta de una experiencia singular.

¿Qué significa para vos haber recibido este reconocimiento de parte de Karina Rabolini, una mujer conocida también por su espíritu emprendedor?

Para mí es motivo de orgullo, pero no desde el ego personal, sino porque interpreto que a través de este reconocimiento se premia también la labor de otros emprendedores, de otras mujeres emprendedoras que están trabajando por el crecimiento de sus proyectos personales y empresariales. En esta premiación también se valora el grupo con el que cada día recibimos al turista y se integra a la comunidad lavallina que ha sabido acoger de buena manera esta iniciativa en su tierra.

¿Cuál ha sido el papel de tu familia en el éxito profesional y empresarial alcanzado?

Ha sido fundamental. Mi papá nació en Polonia, y se desempeñó como referente de las sociedades polacas en Latinoamérica, y con mi mamá, nacida en Panamá, tuve el contacto con el costado político y empresarial, todo lo cual me permitió explayar aún más mis conocimientos y tener una visión más ampliada al momento de tomar una decisión. Desde muy chica, ellos me enseñaron el valor del trabajo, y el placer de trabajar esforzadamente para obtener logros importantes en la vida.

Actualmente, son también mi esposo y mis hijos con quienes comparto el sacrificio diario de llevar adelante este emprendimiento, y con quienes también cosecho los frutos de tanto esfuerzo cotidiano.

¿Cómo trasladás el concepto de espiritualidad a la gastronomía cotidiana?

Para nosotros, nada tiene sentido si no existe la conexión espiritual que acompañe cada cosa que hacemos. Y por espiritual me refiero a la conciencia que tenemos más allá de uno mismo, a las intenciones que guían nuestros actos. A estas nociones las aplico desde la producción de los alimentos, e intento meditar antes de comenzar con la elaboración de las recetas, para que los platos lleven esta energía positiva y los comensales disfruten de toda esta dedicación.

Desde mi punto de vista, la espiritualidad gira en torno de todo lo que hacemos, incluso en la proyección de una idea y la concreción de un emprendimiento turístico como Finca Las Marujitas.

¿Qué sugerencia podrías darle a quien esté iniciándose en la gastronomía, o pensando en el desarrollo de un emprendimiento turístico?

Primero, les sugiero que no tengan miedo, porque el miedo paraliza. Si nuestros sueños y deseos están bien encaminados, debemos seguir adelante, sorteando todo tipo de obstáculos hasta alcanzar nuestros propósitos. Rodearse de personas que apoyen nuestra iniciativa y ser constantes, son también dos de las principales recomendaciones que les daría.  

Mendoza es una provincia turística que se proyecta continuamente al mundo, ¿cuál es tu visión al respecto y qué vinculación tenés con el Ministerio de Turismo y con otros prestadores?

Creo que esta provincia viene realizando un muy buen trabajo en el desarrollo y la promoción del turismo, y sé que tiene un potencial aún más grande. Siento que existen emprendimientos, proyectos y políticas que deben seguir madurando, y la sociedad sumándose a las propuestas que aportan al crecimiento del sector, porque son esfuerzos que contribuyen al sostenimiento del empleo y a la generación de nuevas iniciativas.

Con el Ministerio de Turismo y otros organismos del Estado provincial estamos en permanente contacto, para seguir promocionando nuestras virtudes y trabajar en conjunto por aportar nuevas ideas para el sector.

Asimismo, desde Finca Las Marujitas mantenemos una estrecha vinculación con otros prestadores turísticos de Lavalle, sin competir porque cada uno cuenta con un mercado diferente; esta sinergia entre nosotros produce un movimiento inusitado hace algunos años para esa parte de Mendoza, y la comunidad local valora mucho y reconoce a diario nuestra contribución al desarrollo económico de la zona.