Estado de las rutas y del tiempo en Mendoza

La línea de alta tensión Nihuil IV está en 7% de avance


El Ministerio de Economía, Energía e Infraestructura está ejecutando la interconexión entre la Central Hidroeléctrica Nihuil IV y la Estación Transformadora de San Rafael. El proyecto demandará una inversión de $178 millones, que serán financiados con fondos provenientes de la venta de energía de la central hidroeléctrica en el mercado eléctrico mayorista nacional.
La obra que vinculará la Central Hidroeléctrica con la Estación Transformadora permitirá cerrar el anillo de abastecimiento eléctrico entre San Rafael y el Valle Grande y optimizará la prestación del servicio eléctrico en cantidad, calidad y seguridad.
El camino recorrido para llegar a realizar los primeros trabajos fue largo y arduo. El 8 de marzo de 2012, el Ente Nacional de Regulación de la Electricidad (ENRE) convocó a una audiencia pública en el recinto de sesiones del Concejo Deliberante de San Rafael. Por tratarse de una obra del sistema de transporte cuya jurisdicción es nacional el ENRE se constituyó como organismo convocante e instó a todos los interesados a exponer sus puntos de vistas sobre la construcción de la obra. En ese momento no se presentaron objeciones, por lo tanto, la Nación siguió adelante con el proceso licitatorio.
No obstante esta primera audiencia pública, dentro del proceso de evaluación de impacto ambiental, el 30 de marzo de 2012 se convocó en la Universidad Tecnológica una nueva reunión, en la que se dieron a conocer detalles de la obra que permitirá despejar el riesgo de desabastecimiento eléctrico en caso de colapso o interrupción del único tendido que provee energía a la ciudad de San Rafael. De resultados similares al anterior encuentro, los especialistas y público no presentaron observaciones negativas al proyecto y fue otorgada la Declaración de Impacto Ambiental (DIA).
El 10 de marzo de 2015, el Gobierno de Mendoza finalmente pudo llamar a licitación de la ansiada obra. En este proceso, las empresas Cartellone y la UTE conformada por Distrocuyo y Obras Andinas presentaron las propuestas técnicas, siendo elegida esta última. La obra fue postergada por la falta de los fondos específicos para comenzar a desarrollarla.
La interconexión en 132 kilovatios de potencia entre Nihuil IV y la estación transformadora de San Rafael se extiende a través de 67 propiedades, cuyos propietarios en su mayoría han accedido a la restricción de dominio que implica una franja de seguridad de 50 metros en los cuales no se pueden construir edificaciones altas ni plantar árboles de gran tamaño, para evitar obstruir el paso de los cables aéreos.
San Rafael era hasta el momento una de las pocas ciudades con más de 100.000 habitantes que poseía un sistema eléctrico de una sola entrada, lo que generaba inestabilidad e inseguridad en el sistema. La obra prevé la ampliación de las estaciones transformadoras, la colocación de casi 30 kilómetros de línea aérea de alta tensión en 132 kilovatios y la construcción de la línea subterránea de alta tensión.