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Mendoza continúa en emergencia hídrica


El pronóstico de escurrimiento de agua superficial elaborado por el Departamento General de Irrigación prevé que los ríos Mendoza, Tunuyán, Diamante y Atuel tendrán un año hidrológico considerado medianamente pobre, en tanto que el de los ríos Malargüe y Grande será entre seco y pobre respectivamente.

Si bien este nuevo ciclo hidrológico (octubre 2016-setiembre 2017) con respecto al anterior se presentó con una mayor cantidad de nevadas en las nacientes de los ríos de las regiones Norte y Centro (Mendoza y Valle de Uco) y con disminuciones en la región Sur (Malargüe, Diamante y Atuel), se prevé que no alcanzará o superará valores medios en los escurrimientos, lo cual condicionará también al comportamiento térmico de la cordillera de los Andes. Además, se registró una importante variabilidad en las mediciones de las distintas estaciones niveometerológicas de la provincia.

Los ríos Mendoza, Tunuyán, Diamante, Malargüe y Grande entrarán en el sexto año de emergencia hídrica, y para el río Atuel será el séptimo.

El superintendente del Departamento General de Irrigación, José Luis Álvarez, aseguró que se debe seguir considerando que Mendoza continúa en emergencia hídrica debido a que hay que garantizar agua no sólo para este próximo verano sino también para la primavera 2017. “Es necesario que intensifiquemos medidas como continuar con la colocación de puntos de medición en los cauces de toda la provincia al igual que pluviómetros”, explicó.

En el siguiente cuadro se detallan los derrames esperados para el ciclo 2016/17 y su clasificación de acuerdo con el escurrimiento. Además, se pueden observar las comparaciones con las medias anuales.

PRONÓSTICO Comparación con media anual Derrames para el ciclo 2016-2017 y clasificación del escurrimiento anual
Río Estación  Media anual % Media anual Pronosticado Clasificación
Mendoza Guido 91% 1.419 hm³ 1.285 hm³ MEDIANAMENTE POBRE
Tunuyán Valle de Uco 89% 883 hm³ 790 hm³ MEDIANAMENTE POBRE
Diamante La Jaula 89% 1.051 hm³ 940 hm³ MEDIANAMENTE POBRE
Atuel La Angostura 88% 1.116 hm³ 980 hm³ MEDIANAMENTE POBRE
Malargüe La Barda 45% 312 hm³ 140 hm³ SECO
Grande La Gotera 67% 3.371 hm³ 2.260 hm³ POBRE

Teniendo en cuenta los resultados de los análisis, Álvarez consideró que, ante la emergencia hídrica, “tenemos que asumir que vivimos en un desierto y que la escasez es habitual”. Asimismo, para lograr una mejor distribución “se debe seguir trabajando de forma cada vez más eficiente con el agua, sumando tecnología en la medición, como lo estamos haciendo con los regantes a través del sistema MIDO” (Modelo de Indicadores de Distribución Operativa). Esto significa “contar con información en tiempo real para la toma de decisiones eficientes en la distribución del recurso”, afirmó. Además, informó que seguirán “sumando tecnología, como sensores de humedad de suelo, de calidad y pluviómetros”. Por último, consideró que el “diálogo gestión pública y ciencia se hace imprescindible para enfrentar nuevos escenarios en los próximos años”.

La importancia de este pronóstico está directamente relacionada con el cronograma anual de erogaciones que se realiza para el sistema hídrico de Mendoza y con el manejo de los embalses para la provisión de agua para riego, energía y consumo, entre otros usos.

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