Estado de las rutas y del tiempo en Mendoza

Mendoza tendrá la primera librería pública del país


En este emprendimiento de la Secretaría de Cultura de la provincia, los músicos, artistas plásticos y realizadores audiovisuales mendocinos tendrán un lugar para vender su arte.

El titular de la cartera, Diego Gareca, dijo al respecto: “Queremos invitar a que nos traigan los artistas plásticos, láminas originales; los músicos de todos los géneros, discos replicados profesionalmente, no copiados, y los realizadores audiovisuales, películas de ficción o documentales, para que estén a la venta en la Librería Pública Gildo D’Accurzio.

De este modo, todos los mendocinos podrán acceder, de manera directa, a las producciones de los artistas locales.

La Primera Librería Pública de Mendoza abrirá sus puertas el 28 de setiembre, en calle Av. España 1620, en el edificio de la Secretaría de Cultura. Para mayor información, los artistas interesados deberán contactarse con el Área de Ediciones Culturales al teléfono 261 4495846, de lunes a viernes de 9 a 14 o por correo electrónico a edicionessecretariademendoza@gmail.com.

Un referente de nuestra cultura

Gildo D’Accurzio fue uno de los personajes más importantes de la cultura mendocina. Desde su imprenta y sello editorial publicó y difundió el trabajo de decenas de autores locales, que se hubieran perdido por obra de la censura de la dictadura militar.

En 2015, se descubrió una placa recordatoria, en la esquina de Buenos Aires y Rioja, de Ciudad, donde actualmente funciona el teatro bar Los Angelitos, D’Accurzio tuvo su imprenta, desde la que salieron títulos y autores que trascendieron las fronteras provinciales y nacionales.

En aquella oportunidad, Rodolfo Braceli calificó a la imprenta de D’Accurzio como una maternidad, por el nacimiento que allí tuvieron tantos libros, y destacó la figura del imprentero casi como la de un mecenas. Siempre le íbamos a pagar, algún día, ironizó Braceli sobre lo que D’Accurzio nunca cobraba, ya que publicaba a los escritores mendocinos sin pedir nada a cambio.

El destacado periodista mendocino dijo, además, que “la imprenta era como madera santa para los clavos literarios” y recordó que Julio Cortázar, mientras vivía en Mendoza, dudó sobre publicar una de sus obras en una editorial de Buenos Aires o en la imprentita de Mendoza, destacando así la importancia que tenían los libros que nacían en esa esquina del centro.

D’Accurzio quiso vender por muy poco dinero la imprenta, que luego funcionó durante un tiempo en la cárcel y finalmente en el Círculo de Periodistas.

En la imprenta de D’Accurzio nacieron libros de autores como Fernando Lorenzo, Alberto Rodríguez (h), Antonio Di Benedetto, Tejada Gómez y hasta la segunda edición del primer libro de Braceli, Pautas eneras, cuya primera edición fue quemada por el gobierno de facto de entonces.